viernes, 1 de enero de 2010

Capítulo 5 MI EXPERIENCIA CON LOS ESPIRITISTAS

No contentos con lo que me habían hecho, arremetieron contra un amigo mío que me debía dinero. Pedro me debía dinero y las cosas le iban mal. Un día llegó a sus manos publicidad de una de estas videntes que lo soluciona todo en la vida: dinero, amor, salud,..... Pedro no tenía fe en estas cosas, pero como yo le había ayudado tanto y ahora necesitaba el dinero para la construcción de mi casa, acudió a la vidente: El consejo por la falta de dinero fué que no me pagara la deuda de 19.600 €. Pues no hay problema, ¡que me los pague la bruja!. La Policía Nacional lo sabe todo y cada día que pasa se me hace eterno pensando en recibir una llamada suya. Con esto del cambio de las competencias a los Mossos, el caso mío parece que no se arreglará nunca.
Aprovecho para quejarme a la justicia. Tantas trabas para un negocio de alimentación que tengo y para un negocio de estafas que ya se ve que una bruja no es médico para ejercer problemas de salud; es puro odio y egoismo y trata problemas de amor, es ladrona y estafadora y le dan licencia para abrir un negocio público para tratar problemas de dinero? Si no me paga la bruja el dinero que me debe Pedro, que lo haga el movimiento 666 o el Ayuntamiento que le ha dado licencia para abrir dicho fraude público.

Capítulo 4 MI EXPERIENCIA CON LOS ESPIRITISTAS

Los espiritistas no me dejaban en paz para nada. Me espiaban, abrían mi camión a su antojo, hasta lo dijeron por TVE. Así es que decidí mudarme. Puse el piso en venta y me compré una parcela en una urbanización de Sant Boi de Llobregat. Construí casa y almacén según el proyecto presentado en el Ayuntamiento. A la mitad de las obras, pedí una ampliación del almacén que me fué aprobada.
Los espiritistas mandaron a una nueva afiliada para que me JODIERA. Compraron la casa de al lado de la mía. Desde allí me espiaban, entraban en mi casa y almacén tantas veces como querían, me perseguían para conocer mis clientes y quitármelos a las buenas o a las malas, me causaron daño en maquinaria, me robaron documentos y una moneda de plata, entraron en mi ordenador y copiaron todo cuanto se les antojó, se llevaron una cámara de vídeo para ver lo que había grabado, registraron mi casa en busca de fotos y pornografía para colgarla en internet (pero no hallaron nada de ésto), sobornaron a personal del Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat para que me hiciera la vida imposible haciéndome cambiar el proyecto varias veces al año hasta fin de obra. Me recortaron más de 60 metros cuadrados de almacén que están inutilizados y tres años después todavía no he abierto el negocio porque me hicieron firmar un documento a la fuerza en el que yo renunciaba a ejercer mi trabajo de distribuidor de alimentos desde mi almacén. Algo que en un principio me aprobaron de palabra y no había constancia alguna en el Ayuntamiento para denegar ésto a ninguna frutería de Sant Boi. Yo soy el único que ha firmado dicho trato en la ciudad. Todo por no acceder a sus sobornos ni a sus pretensiones que dejara a mi familia para JODER CON LAS BRUJAS. Los mafiosos del Ayuntamiento me decían que tiene la piel muy fina. Lo mismo que algunos clientes; ¡Qué casualidad! Como me indagaban para ver si estaba relacionado con alguien del partido socialista al cual temían, resolví meterme en el PSC no porque sea socialista, sino para salvar mi patrimonio y mi familia. Los mafiosos del Ayuntamiento me advirtieron que el Síndic de Greuges es uno de ellos y no me va a ayudar en nada. Acertaron de pleno.

Capítulo 3 MI EXPERIENCIA CON ESPIRITISTAS

Poco a poco iba ganando fuerzas, esto significaría que el contrario las estaba perdiendo. Lo sorprendente es que los espiritistas lo sabían con toda exactitud. Se comunicaban con el espíritu que me mandaron. Por lo visto, el espíritu, tiene un tiempo para salir del cuerpo de la víctima y presentarse ante los espiritistas o el mismo Satanás. Yo, por mi parte, hacía todo cuanto podía molestar al espíritu:
1. Los domingos tomaba el pan y el vino en la iglesia recordando que Jesús murió por mí en la cruz y estaré eternamente en el Cielo con mi Salvador.
2. Los espiritistas querían que yo perdiera a mi familia, que todos me abandonaran. Lo contrarresté amando más a mi esposa. Se quedó embarazada y tuvo gemelos.
3. Querían que perdiera el trabajo. Casi lo consiguen. Habían días que me costaba hasta caminar. Me dejé perder las mejores oportunidades de mi vida. Nunca tuve tantas, parecía un sueño, pero en mi estado, apenas pude conservar los clientes que ya tenía. Es de justicia mencionar las ofertas que me hizo Frutas GUZMAN, en especial Jordi, su director.
4. Debía tener un accidente aparatoso mientras conducía. Gracias a Dios que me dió fuerzas para evitarlo y no tuve ningún accidente en dicho período.
5. Escuchaba música cristiana mientras conducía. Me ponía contento escuchando alabanzas a Dios y mensajes de victoria. El contrario debía morirse de asco. Los espiritistas me estropeaban los radios de los vehículos o me los robaban.
6. Evangelizaba a los espiritistas mediante escritos. Algunas de sus tiendas cerraron y abandonaron Castelldefels.

Al tercer año, expulsé de forma aparatosa al espíritu muerto. Los espiritistas me hicieron propuestas aterradoras. Pretendían que yo reinara este mundo, matara a toda la humanidad menos a ellos, que hiciera prisionero a Dios y que fuera el Anticristo.
¡Menudo error el de estos chiflados! ¡Vaya cosa que le piden a un cristiano! Lo dijeron hasta en un programa de TVE1 que se hizo en directo en septiembre de 2004. Si alguien grabó dicho programa, le pido una copia que se la pagaré con gusto. TVE me la ha negado y debido en parte a ello, se cerró la terraza del Hotel Ars de Barcelona. Mis denuncias no han prosperado. Los espiritistas entraron en el juzgado y las arrancaron. La ´Jefatura de Policía Nacional tiene una copia auténtica de ellas que yo les proporcioné.

CAPITULO 2 MI EXPERIENCIA CON ESPIRITISTAS

Entre las amenazas, es que tarde o temprano, entraría a comprar algo en alguna de sus tiendas y entonces me harían daño. Recuerdo que aquélla luz me iba borrando recuerdos de mi mente, que cada vez estaba centrado en menos cosas y me sentía más cansado. Así fuí perdiendo movilidad física y mental. En éste estado, algunas personas se aprovecharon de mí para estafarme.
Por las circunstancias que Dios siembra en el camino que recorremos en la vida, hablé con un amigo que no veía desde hacía años y al comentarle ésto, me dijo oyó un caso similar de un predicador que venció a uno de éstos demonios. Ésto me dió fuerzas. Cada vez que acertaba que una amenaza era verdadera o falsa, ganaba yo. Si me equivocaba, ganaba el espíritu que se había enganchado a mí hasta la muerte de uno de los dos. Por lo visto, alguna gente del pueblo, había muerto de esta manera tan cruel y si yo vencía, sería de los pocos humanos que conseguirían dicho triunfo. Transcurrido cierto tiempo (tal vez 3 años), si el espíritu no me había matado, él moriría por caducidad.
Mi vida estaba de rodillas ante Dios más que nunca. Ni mi esposa, ni el pastor de la iglesia evangélica que iba, jamás me ayudaron en nada de este tema. Decían que me estoy volviendo loco, que digo tonterías, pero los neumáticos rajados estaban allí. Ni siquiera conseguí que me acompañaran para hacer una denuncia o para ir al médico. Tampoco conseguí nada escribiendo a la FIEIDE o a la FEREDE. ¡Menudos líderes! Se encargan de cualquier cosa menos de pastorear ovejas de Cristo. Parecía que todos tuvieran pánico cuando viene el lobo.
Todo tiene su compensación. Ahora no tendría que perder tiempo compartiendo cosas con necios y desleales. Con Cristo está la victoria.