lunes, 23 de noviembre de 2009

COMENTARIO APOCALIPSIS 12 1ª parte

Estamos inmersos en la 2ª mitad del libro de Apocalipsis. Todo son simbolismos, bestias con varias cabezas y cuernos, dragones, poder limitado dado por Dios al mal, victorias y derrotas inmensas.
Parte del capítulo 12, más que una profecía de las cosas que han de suceder pronto (1:1), parece una narración de lo que ya ha sucedido en otras ocasiones.
La mujer representa al pueblo de Dios, dice que está vestida del sol. Jesús se esforzaba una y otra vez en predicar la pureza, en exaltar lo limpio de pecado, en ver el resplandor de la obediencia y sacrificio de sus siervos. Así tenemos promesas a Israel y a la Iglesia de Jesucristo. Esta última limpia y resplandeciente porque con su sacrificio nos ha limpiado de pecado. Termina esta exaltación en el capítulo 21. También dice que la luna está debajo de sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Aunque entre los cristianos alguna vez hemos dudado y pensado que a veces Dios no controla todas las cosas porque sino no permitiría esto o lo otro, éste capítulo empieza diciendo: "Apareció en el Cielo una gran señal", ésto significa que desde el Cielo sí se vé y valora la obra del pueblo de Dios. El tener a la luna debajo de los pies es un símbolo de haber alcanzado algo inimaginable cuando lo escribió el apóstol Juan (ahora ya es más creíble pisar la luna). La corona con doce estrellas significa realeza fundada sobre un número favorito por Dios: Doce tribus, doce apóstoles, doce puertas de la Nueva Jerusalén con doce cimientos, 12 ángeles (Apocalipsis 21:12-14), doce meses forman un año. Es un número usado para definir la totalidad de la elección de Dios. Cabe recordar que fué Jesús quien dijo que iría a aparejar un lugar para que nosotros podamos habitar. El mismo Dios que dió unas promesas al pueblo de Israel sobre doce tribus, es el mismo que eligió doce apóstoles y aparejó la Santa Jerusalén con doce puertas guardadas por doce ángeles y la ciudad tiene doce cimientos de doce piedras preciosas distintas.
El versículo 2 dice que estaba encinta y gritaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. ¿Recuerdan lo que dijo Dios a Eva cuando comió del fruto del árbol prohibido? "Multiplicaré en gran manera los dolores en tus embarazos, con dolor darás a luz los hijos,..." (Génesis 3:16) y a la serpiente: "Pondré enemistad entre tí y la mujer y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza y tú la herirás en el talón".
Creo que una vez fuera del paraíso Eva debió pensar mucho en las palabras que Dios les dijo cuando fueron expulsados. Al ver la educación recibida por Caín y Abel que hicieron al menos una ofrenda a Dios no puedo dejar de pensar que detrás está la enseñanza de sus padres y el peso de ésta promesa que tal vez Eva esperaba ver cumplida antes de su muerte. Creo que Eva debía pensar cada vez que engendraba un hijo ¿será éste el que herirá a la serpiente que me engañó? Fué en la persona de Jesús que se cumplió la promesa dada a Eva. El sacrificio de Jesucristo en la cruz queda minimizado como una simple herida en el talón. La herida en la cabeza profetizada contra la serpiente será mortal y se hace esperar hasta el final de la Biblia.
Hablando de mujer encinta y dolores de parto, es necesario pensar también en María cuando esperaba el nacimiento de Jesús.
El versículo 3 tiene un protagonista que no está de acuerdo con todo esto. Es un envidioso y no quiene compartir la gloria y poder con nadie. Este versículo parece ser el que nos pinta el demonio de rojo. Se para frente a la mujer para devorar a su hijo tan pronto nazca.
La mujer dió a luz un hijo varón que va a regir a todas las naciones con vara de hierro (el metal más duro que se conocía en tiempos apostólicos). Debe interpretarse como un reinado perfecto e intolerante con el mal.